Tienen como función controlar o extinguir el incendio. Hay 4 tipos de sistema:
- Los sistemas de tubería húmeda son los más comunes. Las tuberías están siempre llenas de agua presurizada, y sólo se instalan en zonas sin la posibilidad de hielo. Cuando un rociador automático se expone a una temperatura igual o por encima del valor de referencia durante un determinado período de tiempo, el elemento termosensible (por ejemplo, la ampolla de vidrio) parte, permitiendo la descarga de agua del rociador.
- Los sistemas de tubería seca funcionan de manera similar a los de tubería húmeda, pero en este caso, el agua se mantienen en el lado de la bomba mediante una válvula cerrada. En su lugar las tuberías se llenan con aire comprimido y se controlan:
- Sistemas de inundación o diluvio: Son sistemas conectados a sistemas de detección de incendios que se aplican en casos donde la propagación de incendio se produce de manera muy rápida. En estos casos el agua a presión llega a los rociadores tras la activación de una válvula general que permitirá la llegada del agua a todos los rociadores.
- Sistemas de acción previa: Los sistemas de pre-acción están destinados a lugares donde no es deseable que se produzca una activación accidental. Por ejemplo, museos, empresas tecnológicas, centros de almacenamiento de datos con ordenadores, etc. Estos sistemas combinan los sistemas húmedos, secos, y de inundación, dependiendo del objetivo específico del sistema. En el caso de incendio, el sistema de alarma de incendio activa la válvula de pre-acción, y el agua es distribuida por las tuberías de la zona afectada.